A medida que los investigadores del cáncer siguen identificando las mutaciones genéticas que promueven diferentes subtipos de cáncer, también están creando un catálogo de posibles enfoques para tratamientos nuevos.
El Centro Integral del Cáncer de la Universidad de Michigan y el Centro Michigan para Patología Translacional (MCTP por su sigla en inglés) completaron recientemente un estudio piloto que apunta a resolver los problemas prácticos involucrados en la realización rápida y sistemática de secuencia genética de materiales de pacientes con cáncer avanzado o resistente a los tratamientos, a fin de aparearlos con las pruebas clínicas existentes que se sustentan en los biomarcadores identificados.
%u201CDe lo que hablamos es más que del examen de unos pocos genes donde se sabe que ocurren las mutaciones, o incluso de cientos de genes%u201D, dijo el co investigador principal Dan Robinson, doctorado que trabaja en el MCTP. %u201CDe lo he hablamos es de la capacidad de hacer la secuencia de más de 20.000 genes en busca no sólo de mutaciones genéticas individuales, sino de combinaciones de mutaciones%u201D.
El estudio exploratorio, conocido como Proyecto de Secuencia Oncológica de Michigan (MI-ONCOSEQ por su acrónimo en inglés), encontró que la identificación del %u201Cpaisaje mutacional%u201D de un paciente proporciona un enfoque prometedor para la identificación de cuáles serían las pruebas que mejor pueden ayudarle, indicaron los investigadores. Las conclusiones se publican hoy en la revista Science Translational Medicine.
%u201CEl proceso de secuencia de alto rendimiento emplea los avances tecnológicos más recientes para el procesamiento de millones de piezas de información genética y eso nos permite hacer un mapa de las aberraciones genéticas de un cáncer%u201D, dijo el co investigador Sameek Roychowdhury, disertante clínico en hematología y oncología en la Escuela de Medicina de la UM. %u201CEl uso de esta técnica para identificar las opciones de tratamiento sobre la base del biomarcador realmente abre la puerta a una oncología personalizada, pero también presenta numerosos problemas logísticos. El principal de ellos es lograr que los resultados disponibles sean eficientes en términos de costo y en un marco de tiempo clínicamente relevante%u201D.
%u201CUna o dos décadas atrás este tipo de secuencia hubiese costado muchos millones, o aún miles de millones de dólares, pero la tecnología avanza con tal rapidez que ahora hablamos en términos de miles de dólares, lo cual hace realmente posible el uso generalizado%u201D, añadió.
El cáncer puede surgir de una variedad de alteraciones genéticas incluidos los reacomodos, adiciones, eliminaciones y sustituciones dentro del código genético.
%u201CPara encontrar los diferentes tipos de alteraciones se requieren diferentes procesos de secuencia%u201D, dijo Roychowdhury. %u201CPero para que todo el trabajo sea eficiente en términos de costo debe haber un equilibrio entre el análisis amplio y el análisis profundo%u201D.
El estudio empezó examinando la estrategia de secuencia de los investigadores sobre los tumores de cáncer de próstata que habían crecido en ratones. Más tarde dos pacientes se incorporaron en un estudio clínico piloto: uno con cáncer colo rectal y el otro con melanoma. Se identificaron potenciales pruebas clínicas para ambos pacientes.
Sin embargo, advierten los investigadores, no todos los pacientes pueden aparearse con un estudio existente. Algunos pacientes con ciertas mutaciones podrían quedar excluidos porque tienen, por ejemplo, cáncer de próstata pero hay una prueba que sólo incorpora a pacientes con cáncer de mama. Los investigadores creen que este enfoque también proporciona una oportunidad para encarar las pruebas clínicas de manera nueva, pasando del enfoque sobre tejido específico a las aberraciones genéticas compartidas por diferentes tipos de cáncer.
Y de todos modos el incorporarse a una prueba no garantiza que un paciente se beneficiará del tratamiento, señalan los investigadores.
Los obstáculos para una aplicación generalizada incluyen la necesidad de que una Junta muldisciplinaria de Secuencia de Tumor interprete los complejos resultados que se obtienen de la secuencia, la gestión de los recursos de computación necesarios, y un proceso para lidiar con las conclusiones genéticas incidentales reveladas por la secuencia, tales como un riesgo de hemocromatosis, un trastorno genético que hace que el cuerpo absorba demasiado hierro.
El logro de la obtención de resultados dentro de un período de cuatro semanas es importante porque ése es el período que, habitualmente, se pide a los pacientes que esperen para que los tratamientos infructuosos se eliminen de su cuerpo antes de iniciar una nueva prueba clínica.
%u201CUna vez que se eliminen algunos de los obstáculos prácticos y tecnológicos avizoramos un conjunto de pruebas de mutación y sustentadas en las sendas para las terapias específicas disponibles, y una elegibilidad sobre la base de la evaluación molecular%u201D, dijo el investigador Azul Chinnaiyan, director del MCTP, investigador del Instituto Médico Howard Hughes, y profesor de la cátedra S.P. Hicks de Patología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan. %u201CAdemás, si a los pacientes se les trata con las terapias adeucadas y desarrollan una resistencia secundaria, también esto podría ayudar a revelar los mecanismos de resistencia que guiarán las pruebas futuras de terapias combinadas%u201D.
Chinnaiyan dice que el trabajo fue posible sólo gracias a la colaboración y la labor en equipo. Los médicos de la UM, Moshe Talpaz, Stephen Gruper y Kenneth Pienta desempeñaron papeles clave en la aplicación clínica de este protocolo exploratorio, añadió.
Los investigadores esperan que este tipo de secuencia se torne más asequible en los próximos cinco a diez años. Se recomienda a los pacientes con cáncer que hablen con sus médicos acerca de las oportunidades de pruebas clínicas.