México D. F., 28 de octubre (Redacción Salud Mundo de Hoy).- “¿Qué pasa cuando una loca por los zapatos, obsesionada por los labiales, bebedora de vino, sorbedora de pasta, fanática de la moda, por siempre soltera, dibujante –chica de la gran ciudad-próxima a casarse, con una vida fabulosa… encuentra una “bolita” en su pecho?”
De esta forma, Marisa Acocella Marchetto, inicia una divertida pero cáustica animación que cuenta con sentido del humor y cierta fiereza su experiencia personal en la lucha contra el cáncer de mama.
La animación está basada en el libro “Cancer Vixen” (Random House, 2006), escrito en forma de cómic por Marisa Acocella Marchetto, caricaturista neoyorkina de The New Yorker y de la revista Glamour, diagnosticada con cáncer de mama hace algunos meses y cuya batalla parece ir ganando.
La casa editora dice del libro: “ ‘Cancer Vixen’ va más allá de la enfermedad y la supervivencia a ella. Se trata del retrato de una mujer de Manhattan que ha sufrido un cambio drástico en su vida, también es una historia de amor. Marisa, que se describe a sí misma como una “soltera terminal”, conoce a su “príncipe azul” en Silvano, dueño del restaurante de moda en la ciudad. Tres semanas antes de la boda, Marisa recibe el diagnóstico de cáncer y se imagina: ¿Cómo reaccionará él? ¿Cómo cambiará mi mundo? ¿Sobreviviré? y… ¿Qué le pasará a mi cabello? Marisa, con su coraje y agudeza, es una inspiración. Ella no es víctima del cáncer, sino una fiera mujer dispuesta a ‘patearle el trasero’ a la enfermedad”.
“Dibujar me ayudó a entender mis sentimientos acerca de la vida. Cuando se me diagnosticó cáncer de mama, mi vida despreocupada y obsesionada por la moda en Nueva York dejó de existir. Fue como si hubiera caído en un agujero negro. Mis prioridades cambiaron y lo que me parecía importante se convirtió en irrelevante (…) Mi prioridad número uno fue entonces tomar el control de mi vida, cortando con todo lo que pudiera provocar cáncer y enfocándome en todas las razones para vivir y en llevar una vida saludable. Después de todo, me casaba en tres semanas, ¡por primera vez a mis 43 años!”, relata la autora.
Marisa cuenta que decidió atacar a la enfermedad desde distintos frentes: el físico, que implicó encontrar a los médicos adecuados (ella optó por un tratamiento holístico); el espiritual, que le ayudó a sacar de su cabeza lo que ella llama “pensamientos tóxicos”; el emocional, que se concentró en buscar sólo la compañía de la gente que fuera una buena influencia; y finalmente, el aspecto mental, el cual la obligó a no caer en la depresión y mantenerse activa. Parte de la venta del libro será destinada a la investigación contra el cáncer.
Para ver la animación: www.cancervixen.com