Aunque algunos expertos dicen que análisis se suma a las evidencias del potencial que tiene la aspirina para reducir el riesgo de cáncer, otros sostienen que no basta para modificar las recomendaciones a la gente sana ni demuestra que los beneficios se apliquen igualmente a las mujeres.
Las pruebas compararon a varones que tomaron una dosis diaria de por lo menos 75 miligramos de aspirina para problemas cardíacos con sujetos que tomaron placebo u otro fármaco. En promedio, los estudios duraron al menos cuatro años.
Los investigadores usaron registros nacionales oncológicos para recabar información sobre los participantes después del final de los estudios, aunque no podían precisar cuántas personas siguieron tomando aspirina ni cuántos en el grupo de control podían haber empezado a tomarla.
Agregaron que el riesgo proyectado después de dos décadas de morir de variantes de cáncer como pulmonar o de próstata sería 20% menor en los grupos que habían tomado aspirinas y de 35% menor para manifestaciones cancerosas gastrointestinales como cáncer de próstata. Esas probabilidades se calcularon a partir de cifras más reducidas. Por ejemplo, hubo en total 326 muertes por cáncer pulmonar.
Sólo un tercio de personas en el análisis eran mujeres, un número insuficiente como para calcular cáncer de mama. Parecía no haber beneficios de tomar más de 75 miligramos diarios, aproximadamente la dosis de aspirina para niños en Europa y un poco menos que la dosis de aspirina infantil en Estados Unidos.
No se suministraron fondos para el nuevo análisis de Lancet, aunque varios de los autores fueron pagados por su trabajo por laboratorios productores de aspirinas y fármacos similares.