Una de las formas para prevenir es un cambio en el estilo de vida, la cual incluye una nutrición adecuada y balanceada. De acuerdo con la directora del departamento de Nutrición de la UVM, Saby Camacho, no se justifica seguir con malos hábitos porque %u201Csiempre hemos comido o cocinado de esta manera%u201D.
Sin embargo la nutrióloga también dice que no es necesario prohibir determinadas conductas, simplemente moderar el consumo de los alimentos que son poco sanos.
Pues de acuerdo con la especialista la alimentación si tiene un gran impacto en el desarrollo o prevención de cáncer.
Información del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos arroja que 35% de los tumores tienen su origen o están relacionados con factores alimentarios, según los datos comparados con los casos de cáncer producidos por el tabaco, contabilizados en un 30%.
Este mismo Instituto informa que un cambio en la dieta puede reducir la incidencia global de cáncer entre un 30 y un 40% lo que equivale a entre tres y cuatro millones de casos anuales en todo el mundo.
Junto con el abandono del tabaco implica que entre el 60 y el 70% de los cánceres son evitables.
Recomendaciones para reducir riesgo
El riesgo de presentar cáncer en boca y faringe, esófago, pulmón, estómago, colon y recto, laringe, páncreas, mama, hígado, ovario o endometrio, cuello del útero, próstata, tiroides y riñón, puede reducirse si:
Comes suficientes verduras y frutas
Evitas alcohol en exceso
Evitas dietas ricas en grasas animales
Reduces patrones de obesidad
Aumentas consumo de granos integrales
Mantienes un IMC máximo en 25
Realizas una hora de actividad física diaria
Consumes cinco raciones de verduras
Consumes ocho raciones de cereales integrales
Limitas el consumo de carne roja, a menos de 80 gramos por día
No consumes alimentos ni demasiado calientes ni demasiado fríos.
Bebes de 1.5 a 2 litros de agua natural.
También se recomienda a los consumidores no fumar ni mascar tabaco