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Muchos son los órganos que resultan afectados por el consumo de alcohol; estos daños generalmente se desarrollan de manera gradual y sólo pueden evidenciarse después de beber alcohol en grandes cantidades durante un tiempo prolongado, señala la doctora Elizabeth Ceballos Salgado, coordinadora de Investigación en Salud de la Unidad de Medicina Familiar No. 222 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el Estado de México Poniente.
Menciona la doctora que pueden llegar a darse casos de daño severo con la ingestión aguda de cantidades de alcohol. Cabe mencionar que las mujeres suelen desarrollar estos problemas de salud en menos tiempo que los hombres.
El efecto directo del alcohol en el sistema nervioso es la depresión; por ello disminuye la actividad, la ansiedad, la tensión, y las inhibiciones, incluso un pequeño nivel del alcohol en el cuerpo hace lentas las reacciones, la concentración y el juicio empiezan a fallar; mientras que en cantidades excesivas el alcohol produce intoxicación y psicosis, añade Ceballos Salgado.
La especialista comenta que los efectos del consumo de alcohol en el aparato digestivo se traducen en una irritación del tracto gastrointestinal con erosiones en las paredes del estómago debido a las náuseas y los vómitos, por otra parte, las vitaminas no se absorben bien, lo que ocasiona deficiencias nutrimentales en los alcohólicos de larga evolución, así como daños en el hígado que pueden desencadenar una cirrosis.
El consumo de alcohol en grandes cantidades durante un tiempo prolongado incrementa el riesgo de presión arterial alta, enfermedad cardiaca y algunos accidentes cerebrovasculares., aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de boca, de faringe, de las cuerdas vocales y de esófago, así como de colon y de recto. Las mujeres están expuestas a un riesgo levemente más alto de desarrollar cáncer de mama si toman dos o más bebidas diarias.
El páncreas, por otra parte, es el órgano que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, con la producción de insulina, e interviene en la digestión de los alimentos, por lo cual el consumo de bebidas embriagantes puede provocar una inflamación del páncreas y pérdida de peso, lo que puede llegar a ocasionar la muerte.
