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Por Leonardo Bastida Aguilar
CancerdeMama.mx.- Uno de los principales problemas para la atención del cáncer de mama en México es el tiempo que tarda una mujer en recibir un diagnóstico certero sobre el problema que se ha detectado en la zona de las mamas. Esta situación se agrava si se toma en cuenta que la mayoría de quienes recurren a los servicios médicos lo hacen cuando el problema ya está avanzado y causa severas molestias, refirieron en conferencia de prensa integrantes de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos con motivo del 19 de octubre, Día contra el Cáncer de Mama.
Ejemplo de lo anterior es que 78 por ciento de las mujeres de entre 50 o más años llegan en etapa avanzada al médico, número similar en aquellas de entre 40 y 49 años (67 por ciento), hecho que desencadena en la reducción de la efectividad de los tratamientos disponibles en la materia, cuya eficacia en 80 por ciento de los casos, es de una supervivencia mayor a cinco años, en caso de tomarse de manera temprana.
Sin embargo, al tomarse en fases avanzadas, en muchas ocasiones ya no ofrecen posibilidad de un beneficio duradero o simplemente ya no pueden responder ante la gravedad del padecimiento. Ejemplo de lo anterior es que en nuestro país, al día, fallecen 15 mujeres por cáncer de mama.
La detección
Por esa razón, señaló Sinuhé Barroso, presidente de la Asociación Mexicana de Mastología, es necesario apegarse a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud referente a la mejor utilización de los recursos disponibles tal y como lo ha dictado la Iniciativa Global para la Salud de la Mama, entre cuyos puntos principales destaca la detección temprana del cáncer, el diagnóstico correcto y el adecuado tratamiento multidisciplinario, aunado a la correcta atención médica.
Sobre la detección, el también especialista en cirugía oncológica explicó que hay dos maneras tradicionales: la autoexploración, donde la propia mujer es quien detecta alguna anomalía en su busto, y el tamizaje, que detecta por medio de imagen la presencia de tumores o neoplasias en la zona del pecho y puede realizarse a través de la mastografía y el ultrasonido, para obtener mejores resultados, y en menor grado, la resonancia magnética.
Si bien ambas maneras de detección son de gran aportación para identificar la posible presencia de un tumor cancerígeno, la única manera de tener un diagnóstico certero sobre si dicha neoplasia puede o no provocar cáncer es a través de la biopsia, refirió Carolina González Vergara, médico especialista en radiología e imagen.
Sin embargo, explicó la también docente de la UNAM, este procedimiento, debido a los avances médicos, ya no requiere de tantos requisitos como antes ya que con el método de la biopsia percutánea, la mujer que acude al estudio saldrá del hospital el mismo día de la toma de muestra y no será anestesiada de manera general, como ocurría anteriormente.
Ahora, mencionó la experta en imagenología, la toma puede durar menos de media hora, previos estudios de imagen para detectar la posible anomalía, estudios clínicos y consentimiento informado, y tener una reintegración rápida a la actividad cotidiana, menos dolor y cicatrización mínima que sólo dejaría el equivalente a un lunar.
Mediante la implementación de este método, se evitaría la realización de 80 por ciento de las biopsias abiertas, es decir, aquellas que requieren de una intervención quirúrgica a profundidad para llegar a la parte del tejido afectada, y por ende, necesitan de hospitalización y cuidados más específicos, añadió
Por esa razón, la implementación de las biopsias percutáneas reduciría de manera considerable los gastos y el tiempo en atención al cáncer de mama, mejoraría la certeza de los diagnósticos y permitiría una atención inmediata en caso de requerirse.
La biopsia mamaria consiste en obtener un fragmento de tejido de una zona alterada que haya sido previamente valorada en estudios de imagen. Contrario a lo que se piensa, este proceso no detona ni incrementa ni disemina el cáncer
De acuerdo con los especialistas, estas medidas podrían ayudar a reducir los tiempos de espera en los servicios de salud, los cuales se encuentra rebasados de capacidad, pues de 14 millones de mujeres de entre 40 y 69 años que requieren de diagnóstico, sólo se ha cubierto al 35 por ciento dicha demanda. Esto aunado a que en el país sólo hay tres mil radiólogos certificados y únicamente 300 pueden interpretar una mastografía.
Además, recomendaron a nivel general, conforme a la Norma Oficial Mexicana 041 para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama, la autoexploración desde los 20 años; un examen clínico al año a partir de los 25 años; una mastografía cada dos años entre los 40 y 69 años de edad; procurar un estilo de vida saludable; una dieta a base de frutas y verduras; reducir el consumo de alcohol, drogas y tabaco; reducir el peso, y procurar actividad física.
