LaSalud.mx.-El plan de tratamiento para cada persona con cáncer de páncreas es único, dependiendo de la situación personal y de la etapa en la que se encuentra la enfermedad al momento del diagnóstico. Antes se le decía a muchas personas que el tratamiento no era recomendable porque el cáncer se había diseminado fuera del páncreas. Sin embargo, hoy una mejor quimioterapia ofrece nuevas posibilidades de tratamiento para este cáncer tan difícil.
El cáncer de páncreas es poco común en comparación con otros tipos de cáncer, tales como el cáncer de colon y recto, de pulmón y de mama. Sus síntomas son relativamente no específicos y pueden incluir dolor en el abdomen o espalda, pérdida de peso, diabetes de nueva aparición o empeoramiento de la misma e ictericia o amarillez de la piel. El único factor de riesgo conocido es el hábito de fumar y se desconoce la mayoría de las causas de este tipo de cáncer, aunque una pequeña fracción de los pacientes muestra una predisposición genética. El riesgo de por vida de desarrollar la enfermedad en la población general es de alrededor de 1%. Desgraciadamente, el cáncer de páncreas es uno de los más difíciles de tratar con éxito: la tasa de supervivencia a cinco años, actualmente, apenas supera el 7 por ciento.
La razón por la que el cáncer de páncreas es tan asolador se compone de dos partes: la primera es que no existe ninguna detección temprana para el mismo y muchos casos se diagnostican en etapa avanzada, cuando el cáncer ya se ha diseminado desde el páncreas hasta otros órganos. La segunda tiene que ver con la biología de este cáncer, la cual es muy agresiva y tiende a diseminarse a otros sitios, incluso cuando los tumores son muy pequeños y la enfermedad parece encontrarse en etapa temprana. Eso significa que, en muchas personas, la enfermedad reaparece después del tratamiento.
Para quienes son diagnosticados con este tipo de cáncer, antes de que se disemine fuera del páncreas, el tratamiento puede incluir una cirugía para extirpar el tumor, seguido por quimioterapia. No obstante, ese grupo es la minoría y solamente incluye a alrededor de 15 por ciento de los pacientes diagnosticados. En hasta 50 por ciento de los pacientes, el cáncer se ha diseminado a otros sitios fuera del páncreas, lo que impide que la cirugía surta efecto. Aproximadamente, en 35% de los pacientes, los tumores involucran a las estructuras vasculares alrededor del páncreas y, por ello, tradicionalmente, este cáncer se ha considerado inoperable desde el punto de vista quirúrgico.
Alternativas frente a la propagación
A pesar de lo anterior, un nuevo método de tratamiento ha ayudado a ese segundo grupo de pacientes en los últimos años. Con el advenimiento de una mejor quimioterapia y radioterapia, ahora es posible administrar a esas personas un tratamiento que tal vez reduzca en una cantidad importante de casos el cáncer hasta el punto de convertir a la cirugía en una alternativa viable para la supervivencia a largo plazo o incluso en curación. Los avances en la quimioterapia para el cáncer de páncreas han sido particularmente positivos. A pesar de que las tasas de respuesta de quienes padecen cáncer de páncreas a la quimioterapia conocida solían ser de aproximadamente 9 por ciento, los nuevos regímenes de quimioterapia actuales han casi triplicado la tasa y ésta es incluso mayor en los pacientes cuyos tumores se han diseminado a otros sitios.
Además, la cirugía para extraer el páncreas también ha mejorado. En primer lugar, es imprescindible no dejar nada de cáncer para que la cirugía sea exitosa. De lo contrario, la operación posiblemente no aporte ninguna ventaja para el paciente. Los datos existentes plantean que en 1 de cada 4 pacientes queda algo de cáncer en el páncreas después de la cirugía; sin embargo, con la aplicación preoperatoria de quimioterapia y posterior administración de radioterapia, en conjunto con las técnicas quirúrgicas actualizadas, se ha logrado mejorar esos porcentajes y la probabilidad de extirpar todo el cáncer. Esta táctica y la mejor atención médica también han reducido la cantidad de complicaciones que derivan de la cirugía, lo que mejora de igual manera la supervivencia en general.
Recibir el diagnóstico de cáncer de páncreas puede ser algo muy atemorizante. Sin embargo, existen alternativas de tratamiento. Antes y con base en la trayectoria de los resultados, algunos médicos descartaban la posibilidad de mejoría. En cambio, hoy esto no sucede con frecuencia. Si a un paciente le diagnosticaron cáncer de páncreas y no fue orientado con ninguna alternativa de tratamiento, puede acudir a hablar con algún oncólogo o cirujano que se especialice en cáncer de páncreas para descubrir qué alternativas serían factibles en su caso.
Con información de: Mayo Clinic