LaSalud.mx.- Según dos estudios recientes confirman que el riesgo de cáncer está relacionado con el consumo excesivo de azúcar y alcohol. Aunque es conveniente precisar que el riesgo de sufrir la enfermedad la tienen todos los seres humanos en su composición genética, pero éste se puede combinar con cuestiones ambientales y dar como resultado la enfermedad.
De acuerdo al primer estudio, publicado por la Sociedad Norteamericana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) –y que representa el primer análisis de la relación entre alcohol y cáncer de los últimos 30 años–, revela que casi el 4 por ciento de muertes por cáncer (casi 20.000 al año en EE.UU.) son consecuencia de tomar alcohol. Señala también que ese riesgo es independiente de la cantidad que se consume.
La ASCO revela que el consumo leve y moderado de alcohol explica el 35 por ciento de muertes por cáncer. En las mujeres, el cáncer más frecuentemente asociado al uso del alcohol es el de la mama, en un 15 por ciento de todos los casos o 6.000 al año en EE.UU.
Otros cánceres vinculados a este tipo de bebidas son el del colon o intestino grueso –el consumo moderado aumenta el riesgo en 17 por ciento y el severo en 44 por ciento – y el de la mama – el consumo leve o social aumenta el riesgo en 4 por ciento y el severo en 61 por ciento–. Por otro lado, el cáncer de la boca y la garganta aumenta en un 500 por ciento en los bebedores severos.
En la segunda investigación, publicada en la revista “Nature” en octubre pasado, se confirma que las células cancerosas respiran y obtienen energía de una manera diferente a como lo hacen las células normales. En vez de usar oxígeno para respirar y obtener energía desdoblándolo en agua y CO2, como lo hacen las células normales, las células cancerosas usan la fermentación del azúcar como el principal modo de obtener energía. Este fenómeno, descrito en 1929 por el científico alemán Otto Warburg y que le valió el Premio Nobel en 1931, se conoce como el efecto Warburg.
El estudio –hecho en células de levadura de hongos– descubrió que, al fermentar el azúcar para obtener energía, las células de levadura activan un gen llamado RAS (protooncogén o gen causante de cáncer), que favorece la reproducción y proliferación celular.
Lo curioso es que, a pesar de que la fermentación de azúcar produce 15 veces menos energía en las células de levadura, estas crecen y se multiplican mucho más rápidamente que las células normales que respiran el azúcar. De ahí es que resulta difícil saber si el efecto Warburg es causa o efecto del cáncer y, por lo tanto, hace difícil determinar si el azúcar causa cáncer o si lo reaviva. Los autores especulan que el efecto nocivo del azúcar no estaría dado por la sustancia misma, sino por la obesidad que puede causar el exceso en su consumo.
Ambos estudios demuestran lo importante que es el medio ambiente en el desarrollo de los riesgos para presentar cáncer. Por lo que ser moderado en el consumo del alcohol y azúcar puede ayudarlo a disminuir su riesgo de desarrollar cáncer.